A lo largo de la Historia han sido muchas las civilizaciones que han conseguido dejar huella no solo en su propio territorio o en una época determinada, sino en todo lo que ha venido después, sirviendo de indudable influencia futura para otras civilizaciones, en otras eras, y marcando un regreso importante a lo clásico como motor de lo nuevo, del avance y el progreso. Sin lugar a dudas, la cultura griega, especialmente en su época Clásica, ha sido determinando para entender el mundo como lo entendemos hoy en día, no solo por todas las aportaciones importantísimas que se dieron durante ese periodo de apogeo del imperio griego, sino también por cómo todo ello influyó en su momento a los Renacentistas, al  final de la Edad Media, recuperando las obras de los escritores y pensadores y el concepto de belleza de la Grecia Clásica, para sentarlas bases de nuestra Historia actual.

Grecia tuvo que convivir y luchar durante mucho tiempo con otros imperios, especialmente el romano, y sin embargo consiguió mantener su propia forma estilística y cultural, influyendo de hecho en el surgimiento y apogeo de los otros grandes imperios coetáneos. No es ninguna sorpresa el comprobar que el panteón de dioses del Imperio Romano era un calco, con otro nombre eso sí, del panteón griego, ya bastante desarrollado en aquella época. El arte y la cultura también sirvieron de base para la expansión a otros territorios, a otros imperios, y la marca delo clásico se sigue denotando hoy por hoy en todo tipo de obras culturales y arquitectónicas. Nosotros hemos querido centrarnos en la evolución de la propia cultura griega a lo largo de sus siglos de mayor apogeo.

Cómo surge la cultura griega

Si nos centramos en la cultura griega que conocemos, la que nos ha llegado hasta nuestros días como base de casi toda la cultura occidental, por su influencia en posteriores imperios, debemos marcar su origen en torno al año 1.200 a.C, cuando finaliza la llamada Época Oscura. Nace así la Antigua Grecia, un periodo que duraría hasta poco antes del nacimiento de Cristo, con la invasión del imperio romano al territorio griego tras la batalla de Corinto. El periodo micénico sirve muchas veces de época de transición entre esa Edad Oscura ya la propia Antigua Grecia, aunque no hay muchos escritos ni restos arqueológicos de esa fase. De hecho, algunos historiadores retrasan el inicio de la cultura griega tal y como la conocemos al siglo VIII a.C, con el surgimiento de los primeros Juegos Olímpicos, una de las grandes señas culturales de este imperio.

A partir de ese momento se dan seis siglos de un apogeo enorme en el imperio griego, a nivel cultural, intelectual y artístico, pero también deportivo o arquitectónico. Surgen las ciudades estados, llamadas polis, con Atenas y Esparta como principal referencia en aquella época. Se desarrollan las artes como la música, la filosofía o la literatura, dejándonos obras importantísimas que siempre han sido referencia ineludible para la cultura occidental, desde los escritos de Platón o Aristóteles hasta las epopeyas clásicas como la Odisea o La Iliada. Al llegar la conquistar del Imperio Romano, Grecia siguió produciendo grandes obras culturales, aunque su esplendor ya no era tanto como siglos atrás.

El arte de la cultura griega

Uno de los principales motivos por los que la cultura de la Grecia Clásica se convirtió en todo un referente para nosotros es la influencia que tuvo su arte sobre el resto de imperios de la época, incluso sobre aquellos que al final lograron imponerse al propio imperio griego, como en el caso de Roma. El arte y la cultura tuvieron un gran florecimiento durante la Antigua Grecia, especialmente en el periodo Clásico y Helenístico, donde se dan las mejores obras de artistas indudablemente influenciados también por los filósofos y su concepto de belleza. El arte y la cultura en la Antigua Grecia se retroalimentaban, y prueba de ello son las obras que se  conservan, tanto pictóricas como sobre todo esculturales. Si incluimos también la arquitectura, es imposible pasar por alto el Partenón, una de las Maravillas del Mundo Antiguo.

¿Cuáles son las principales características de la cultura griega?

Más allá del arte, la Antigua Grecia se regía por una serie de preceptos que seguramente permitieron el florecimiento de su imperio y su civilización durante esos siglos anteriores al nacimiento de Cristo y la invasión por parte del Imperio Romano. Por ejemplo, la democracia surge en la Grecia Clásica, y es uno de los signos más importantes de su cultura, ya que permitió cambiar de una manera definitiva el orden establecido anteriormente en la jerarquización de tribus e imperios. Si bien es cierto que durante muchos siglos posteriores la democracia pasó desapercibida, el concepto griego ya estaba ahí para que nuestros antepasados lo recogieran. Pasaba lo mismo con el apoyo a la educación y a las artes y ciencias, que permitieron el surgimiento de toda una cultura que marcaría un antes y un después.

Esa educación sentó  las bases de la cultura occidental gracias a grandes pensadores, escritores, filósofos y matemáticos que han sido adelantados a su tiempo. Las creencias religiosas también fueron importantes en este periodo, siendo una cultura politeísta pero dominada por Zeus, un Dios por encima del resto. Se desarrollan también las artes y la medicina, lo que permite grandes adelantos en la esperanza de vida y en el nivel cultural de los propios griegos. Todas esas características fueron retomadas, siglos después, por pensadores y aristas que venían de la época oscura de la Edad Media y querían recuperar esos preceptos de la Antigua Grecia como base para sus teorías y experiencias vitales.

La importancia de la cultura griega

La gran mayoría de expertos e historiadores coinciden en calificar a la Antigua Grecia, especialmente en su época Clásica y Helenística, como la base de la propia cultura occidental, al haber influido sobre otros imperios importantes como el Romano, por ejemplo, que también tuvo una influencia imprescindible sobre el surgimiento de las primeras naciones en la Edad Media y el desarrollo del mundo occidental tal y como lo conocemos. Si bien muchas lenguas europeas provienen del latín, lengua oficial del Imperio Romano, la influencia del griego antiguo es indudable, así como en su sistema de creencias, en la política o incluso en la propia cultura y el arte, denominadores comunes que han ido pasando de cultura a cultura en nuestra Historia Moderna.