Para muchos, viajar es uno de los mejores placeres que tiene la vida. No hace falta tampoco irse a un lugar perdido del mundo, a una playa paradisíaca o a esa enorme ciudad para la que hace falta coger varios vuelos. Tal vez sea una escapada romántica de fin de semana a una ciudad cercana en donde se pueda disfrutar de un poco de relax, o tal vez simplemente un viaje relámpago a alguna capital europea, por ejemplo. Viajar hace que la mente se abra, aunque es cierto que puede resultar algo caro a veces. Sin embargo, eso también hemos de verlo desde el punto de vista de los destinos, que hacen mucho dinero con los turistas.

El sector turístico, de hecho, genera casi el 10% de toda la economía mundial, y en países como España, Italia o Francia supone un sector absolutamente ineludible del que viven, directa o indirectamente, millones de personas. Hay lugares más turísticos que otros, claro está, pero gracias a los precios más bajos de los vuelos y a las ofertas que se pueden encontrar en Internet, hoy en día hay todo tipo de destinos, desde las grandes ciudades a las pequeños poblaciones con encanto, del turismo de festivales al enológico o al de deportes extremos. El caso es viajar y disfrutar de la experiencia.

Turismo y su aportación a la economía

Dentro del sector turístico como tal se encuentran todos aquellos establecimientos y empresas que ofrecen un servicio a los visitantes en una ciudad. Normalmente suelen ser hoteles, pensiones y otros establecimientos para estancias, pero también empresas que se encarguen de crear rutas guiadas, hasta incluso chóferes particulares o traductores para aquellos que llegan al país sin ninguna idea del idioma. Ese sector turístico suele tener unas estadísticas cerradas a través de la ocupación hotelera y de la información de la oficina de turismo en cada ciudad. Pero eso es solo el impacto directo.

El turismo también añade mucha riqueza a las ciudades y a los países porque los turistas no vienen solo a quedarse en un hotel, sino que salen a comer, a beber, a comprar en las tiendas, a visitar los museos y monumentos… Es decir, a disfrutar de la ciudad y de todo lo que ofrece. Los locales de restauración que están en sitios muy turísticos, como el centro de la ciudad o las cercanías de algún monumento importante, notan muchísimo la afluencia de estos turistas que en muchos casos suponen una parte muy importante de su facturación. Además, es dinero que “entra” en el país, ya que es gente de fuera la que se lo gasta aquí.

Impacto económico del sector

Según datos del World Travel & Tourist Council, una asociación a nivel mundial que aglutina al sector del turismo en todo el planeta, el impacto directo del turismo alcanzo el 3,1% del PIB mundial en 2018. Esta cantidad se triplica si contamos también el impacto indirecto del sector en otros sectores, como la restauración o los comercios de ropa, alcanzando casi el 10% del total del PIB y convirtiéndose seguramente en uno de los sectores más importantes, por encima incluso del sector de la automoción o de la agricultura. El turismo está sustentando muchos países y ciudades enteras, y eso es algo evidente.

Hay ciudades que literalmente viven del turismo, ya sea a lo largo de todo el año, como Venecia o Sevilla, o en momentos muy concretos, como puede ocurrir en Pamplona durante las fiestas en honor a San Fermín o en Cádiz durante el Carnaval de la ciudad, que suele celebrarse en febrero. La llegada de miles de turistas a una ciudad hace que todo se duplique en cuanto a ventas, por eso los países buscan potenciar el turismo, para atraer cada vez a más turistas que además, tengan un gasto importante en su estancia, algo que también hay que tener en cuenta para entender si el turismo está llegando lejos o no.

¿Por qué la industria turística es importante en la economía?

La industria turística en sí supone una parte importante para la economía de cualquier ciudad, porque permite que sea visitada por turistas, que sea conocida más allá de sus muros y que estos turistas que quedan satisfechos vuelvan o incluso recomienden la ciudad a sus amistades. Contar con un número considerable de plazas hoteleras de todo tipo, tanto para bolsillos más humildes como para aquellos que pueden permitirse cualquier lujo, es imprescindible para darle a una cuidad ese toque moderno que necesita para llamar la atención fuera de sus fronteras.

Y como hemos visto, el turismo atrae a gente que luego sale a la calle a gastar su dinero en comida, en ropa, en artículos de recuerdo, en entradas para eventos deportivos o musicales… De hecho, esa es otra de las formas de conseguir más turismo puntual, traer espectáculos grandes a la ciudad para que vengan desde fuera a verlos y se queden en la misma, conociéndola de paso. Y solo nos estamos centrando en todo lo que se gana con el turismo, pero podríamos hablar también de la cantidad de empleo que genera, tanto de forma directa como indirecta, siendo sin lugar a dudas uno de los sectores que más está creciendo incluso en tiempos de crisis.

Amplio crecimiento a nivel mundial

La Organización Mundial de Turismo es un organismo encargado de velar por el crecimiento del sector, y anualmente lanza un informe en el que se exponen la situación del propio sector y todo lo que está generando. El crecimiento del turismo se hace patente desde hace años en los propios datos de ese informe, que habla de un 6% más de llegadas de viajeros internacionales, superando los 1.400 millones de turistas en países extranjeros en 2018. Son datos muy positivas, y por encima del propio crecimiento de la economía mundial, que se queda en el 3,7%.

Estos datos siguen confirmando al turismo como uno de los ejes vertebradores de las economías mundiales, especialmente en los países emergentes de Asia o América Latina, donde también están llegando millones de turistas nuevos cada año. Es un sector que genera dinero, que genera muchos puestos de trabajo tanto directos como indirectos, y que representa una de las mejores bazas de cualquier país para tener una economía saludable y en crecimiento.