En el año 2008, una sorprendente película musical causó furor durante aquel caluroso verano. Se trataba de Mamma Mía!, la adaptación cinematográfica del exitosos musical con ese mismo nombre, que habían escrito años antes los  miembros masculinos del grupo ABBA con las canciones del mítico cuarteto sueco. ABBA fue un grupo tremendamente conocido en su momento y uno de los más exitosos de todos los tiempos en su género, llegando a ganar el Festival de Eurovisión con la canción Waterloo, y también llevando muchas de sus canciones al número 1 en numerosos países. El grupo desapareció hace décadas, pero su música sigue siendo recordada por muchos, y ahora, gracias al musical, también ha llegado a una nueva generación. Aprovechando todo eso, Universal Pictures decidió apostar por la adaptación al cine de aquel montaje.

Mamma Mía! Se convirtió en un auténtico éxito, un musical como los de antes, con una historia divertida aunque rocambolesca, y con interpretaciones espectaculares de todo el reparto, incluyendo las propias canciones interpretadas. La trama de la película tenía lugar en una preciosa isla de Grecia, y hasta allí se fueron a rodar, durante 2007, todos los protagonistas de la historia, para las escenas al aire libre. Si bien no toda la película se filmó allí, porque todo el interior está rodado en unos estudios de Londres, son las escenas al aire libre las que más llaman la atención y aportan un frescor espectacular a esta película, toda una revelación en su momento, que dio pie a una secuela, diez años después. Hoy hemos querido acercarnos a aquella isla donde se filmaron muchas de las escenas de este musical, Skopelos, en Grecia.